No pensar en la realidad que viven aquellos países que apilan cadáveres puede hacernos creer que estamos distantes de experimentar esas realidades. Como siempre, el argentino adoptando los conceptos según su conveniencia ¿no? Es Distanciamiento social no Distanciamiento de la responsabilidad. En el epicentro de contagios, una fiesta en la vereda del domicilio de un DJ. En el lugar donde durante 60 días no hubo contagios, bastó un baby shower para hacer brotar la enfermedad. En momentos de crisis económica, un gobierno que compra a sobreprecios productos esenciales. En un país adherido a la ESI, la provincia de Tucumán sigue sin adherir. De todos modos, si algo nos caracterizó como ciudadanos a lo largo de los doscientos años de historia de independencia, fue la irresponsabilidad. Desde gobernantes tiranos hasta sectores civiles cómplices de la dictadura. De la estatización a la privatización a la estatización nuevamente. Y en el medio las crisis económicas, aunque en el hogar se las conoce como “menos comida”.

Sin embargo, no es la intención deprimir, por el contrario, es motivar. Motivar a que, en estos tiempos de distanciamiento social, se haga uso de la mejor medicina: el acercamiento emocional.

¿Cuántas veces visitaste a tus padres, a tus abuelos, a tus hijos, antes de la cuarentena? Mucha gente ha de estar arrepintiéndose de haber pospuesto una visita, o de haberse perdido una fiesta. Porque esos momentos ya no se pueden (ni podrán por mucho tiempo) repetir con el mismo desenfado que antes. Desde llegar a casa para ir a abrazar a nuestra abuela de inmediato a ir a darle un beso en la frente a ese bebé recién nacido que nos volvió tíos. Aun así, las palabras que todavía tienen permitido atravesar un tapabocas se pueden oír. Un correcto lavado de manos y el mismo distanciamiento social, nos permitirán poder acercarnos a quienes más queremos y que más nos necesitan. Mirar a los ojos para poder decir, con la genuina certeza del sentir, te amo, te extraño, te quiero, te veo más tarde, te llamo. Esas palabras que nos alejarán de un virus persecutor para acercarnos a lo que realmente importa.

En tiempos de pandemia, lo mejor es tratar de cambiar la historia. Que el irresponsable sea el que no expresó lo que sentía a sus seres queridos, no el que viola los protocolos de seguridad sanitaria. Esto que estamos viviendo hoy, será estudiado por nuestra descendencia el próximo centenario. Solo de imaginar el tema escrito en la unidad de una asignatura “Cambio de paradigma” se eriza la piel. Y la oportunidad la tenemos nosotros en este mismo instante.

No rompas el distanciamiento social, rompé el distanciamiento emocional.  

 Por Luciano Adolfo Ramírez