La familia de Mabel Barrientos, Agente Socio Sanitario de Capitán Cáceres, junto a toda su familia fueron pacientes de coronavirus. Recibieron a nuestro medio en su domicilio en la ciudad de Monteros y relataron cómo fue atravesar esta experiencia cuando tuvieron que convivir infectados por este virus invisible.

Enzo Cortez es radio-operador del Hospital de Bella Vista y yerno de Mabel, quien fue el primero en sentir los síntomas al perder el olfato, se estaban preparando para esta situación si ocurriera, acondicionando una habitación para aislarse. A los pocos días Jimena Mansilla su esposa y radio-operadora de base 2 del 107, comenzó a advertir dolores en los ojos, asistió a un especialista quien descartó alguna afección de ese sentido. Se fueron agregando otros dolores como de garganta, lo cual hacía pensar que estaba iniciando una gripe. Sin embargo los dolores de cuerpo se fueron intensificando hasta el punto que no podía darle la mamadera a su hija de meses. Finalmente se hizo el hisopado y dio positivo.

Barrientos fue paciente de covid-19 pero asintomática, temía por su sintomatología relacionada con la hipertensión pero tuvo un aislamiento sin complicaciones en su salud a diferencia de su hija, yerno y su nieta. La bebé registró una otitis fiebre y rasgos como de gripe, no fue hisopada pero los médicos le indicaron que al estar en un círculo estrecho familiar en un  mismo domicilio se la considera paciente de coronavirus.

“No dormí durante varias noches pensando de todo” nos dijo muy conmovida Jimena mamá de la pequeña. “Teníamos miedo de todo, la cabeza no para” afirmó. Por su parte Enzo nos comentó que el primer sentimiento que lo invadía era la culpa “… sentía que era yo quien había traído el virus y que había contagiado a mi familia” aseveró Cortéz.

Mabel agradeció a sus vecinos que todos los días le mandaban un mensaje a su celular “salí que tenes algo en la puerta”. Los comerciantes de la zona no le hicieron faltar nada. Destacó la gran solidaridad de la gente. Agradeció al dr. Rivarola que los asistió y efectuó el seguimiento. Todos los elogios de la familia fue para este profesional que se mantuvo muy atento al progreso y la recuperación de la familia.

A pesar de todos los miedos superaron el virus. Una familia de nuestra ciudad relata como fue convivir infectados y no perder las esperanzas. Ingresa a la nota para conocer el testimonio de estos luchadores y que ya se reintegraron a sus puestos de trabajos para seguir dando batalla en el área de la salud. Desde nuestro medio agradecemos su vocación de servicio, coraje y valentía

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