CULTURA
5 de mayo de 2024
AGUSTINA SOSA, CREA ATRAPASUEÑOS CON RANDA
La artesana busca diversificar la cultura ancestral que nació en El Cercado
En la tranquilidad de la tarde de El Cercado, a pocos kilómetros de Monteros, Agustina Sosa nos recibe en su casa, rodeada de un verde especial, un cañaveral casi de postal, árboles de níspero, cedrón para el mate y varios perros que salieron a nuestro encuentro, mansos como la quietud del atardecer.
Cuando le consultamos desde cuando se dedica a producir esta artesanía nos respondió “toda una vida, desde los 9 años y hoy tengo 57. Pertenezco a generación de randeras” dijo esbozando una sonrisa de emoción y orgullo.
Nos contó que su madre fue compañera de María Briseño, una de las primeras artesanas en randa de la zona, en las iniciales ferias de artesanías que trajera Manuel Aldonate a la ciudad de Monteros. Cuando le preguntamos que materia prima utiliza para sus trabajos nos dijo “uso hilo de algodón y tengo una aguja de quimil que me regalaron hace muchos años, pero también tengo alambre, alambrecitos delgados que uso para tejer” detallo Agustina Sosa.
El hilo que se emplea para el trabajo artesanal es cada vez más difícil de conseguir se apenó al relatarnos pero que se da maña “uso hilo de coser y el macramé, que a veces se le saca una hebra para que quede mas delgadita, porque el hilo Elefante ya no se lo consigue” asiente ciñéndose de hombros.
Agustina siente esperanza de dejar su legado en manos de sus hijas ya que la mayor está enseñando en la Escuela de Formación Profesional, en San Miguel de Tucumán. Aclaró además que as su hija le gusta teje y bordar, además. También agregó que su otra hija la mencionó como Romina, le gusta más el bordado.
“Ahora hacemos la randa bordada con fieltro, la aplicamos en telar, vamos cambiando un poquito” describió la randera haciendo alusión al gran trabajo de diversificación que está explorando con el tejido ancestral que aún se conserva casi como único en el mundo. La creación de atrapasueños con randa son una belleza admirable, en sus colores, formas y que el viento de la tarde los hacia aún mas bellos colgados en la galería de su casa.
Inquieta en su emprendedurismo, Agustina expresó “ahora estamos trabajando formando una cooperativa con otras mujeres, para tener La Marca Tucumán, somos 30 mujeres que estamos trabajando ahí” lo mencionó con mucho entusiasmo.
Cuando le consultamos que es lo que espera de la randa, que cuál es su sueño, no dudo en responder “que Dios me de muchos años mas para poder seguir enseñando, para que muchas, muchas mujeres sigan aprendiendo, que no se pierda nunca la randa” lo dijo con lágrimas en sus ojos.
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